March 22, 2007

De Angeles y demonios

Somos los “Portadores de la Imagen“. La Biblia nos enseña que Dios nos hizo a su imagen y semejanza, por lo mismo los seres humanos son los únicos seres de la Creación en tener el privilegio de ser portadores de la imagen del único Dios vivo. Aún los ángeles no tienen tal privilegio, por lo menos esto no nos lo enseña la Biblia.

Ray Alcorn en su libro “Cartas Secretas” señala fantásticamente que los ángeles incluso nos envidian por ser imagen del Dios creador de todas las cosas, a quien están sometidos. Pero el libro magno también nos dice que el predicar la palabra de Dios es un ministerio dado únicamente a los hombres. Aunque no somos conscientes de la presencia de los ángeles, sabemos que son espíritus ministradores enviados a nuestro servicio; no tienen cuerpos materiales como los humanos pero su forma espiritual es humana o pueden asumir la forma humana cuando es necesario. Los ángeles NO son depositarios de la revelación ni de los consejos de Dios. Anhelan mirar en las cosas de que da testimonio el Espíritu de Cristo en los Profetas (1P 1:12). Por lo tanto es sólo una falsa humildad la de quienes enseñan dar culto a los ángeles (Col 2:18). Cuando Juan se postró para adorar al ángel en Patmos, fue refrenado en dos ocasiones de adorar a su “consiervo” (Ap 19:10, 22:9).

Hace días en casa de un ministro de Dios, fui interpelado por la esposa de este, a quien conocí como mujer Líder de un Ministerio de Profecía y Liberación, y me dijo “El Señor me muestra que no tienes protección, debes hacer una oración y pedir a Dios que te de ángeles” luego siguió con toda una disertación de porqué existen los ángeles. Entonces la hija de ésta señaló que veía siete “gladiadores” que Dios me había dado y dando nombre de cada uno procedió a hacer una descripción de ellos; al momento la esposa del Pastor me indicó que yo debía hacer una oración nombrando a cada “gladiador” y dándole la bienvenida a mi vida y mi corazón. Igualmente me instruyó que yo debía escuchar la voz de estos “ángeles” y poner una “trampa” para saber que eran ellos, me dijo entonces que su truco personal era que sus ángeles debían decirle “Yo soy [José] tu ángel, que me lavo en la sangre de Cristo…”. No hice la oración y sin muchos comentarios salí de aquella casa con la plena seguridad de no querer regresar jamás.

Mis pastores me han enseñado con sana doctrina que el hombre cayó de la gracia de Dios a causa de su pecado y que para restaurar tal gracia hacia el hombre, Dios formó el plan de la redención humana a través de la muerte en cruz de su Hijo Jesús. Es a través del ministerio de la cruz que los hombres nuevamente hallan gracia delante de Dios, y como dice Pablo somos recibidos con el espíritu de adopción por el cual venimos a ser nuevamente hijos de Dios.

El hombre ha desviado su camino en incontables ocasiones, haciéndose dioses según sus propios intereses y conveniencias; y cosa muy distinta es adorar al Dios viviente que adorar a sus criaturas. Encausar la adoración y el servicio a Dios a través del culto a los ángeles, no sólo es un error pero además es una herejía. Claramente la Palabra de Dios nos enseña que el hombre fue hecho “poco menor que los ángeles” (Sal 8:5, RVR-60), pero al unirse a Cristo por medio de la fe es exaltado sobre ellos (Heb 1:5-14). Por medio del texto en el libro de Hebreos, tenemos por cierto que los ángeles sirven al hombre, quien además les excede en conocimiento espiritual respecto a la manifestación de la gracia de Dios en Cristo y un día los juzgará.

Retomando la conversación con la esposa del Pastor, recordemos que ella indicó que sus ángeles “se lavan” en la sangre de Cristo. Los únicos que tienen la facultad de lavarse en la sangre de Cristo son los seres humanos no los angelicales. La sangre de Cristo se constituyó como el paradigma del perdón de Dios a la rebelión del hombre y el precio de su libertad de la esclavitud del pecado. Los ángeles simplemente no tienen la necesidad de la sangre de Cristo porque no han cometido pecado alguno contra Dios, pero si hablamos de ángeles rebeldes, aquellos que en el principio de los tiempos se levantaron liderados por satanás contra Dios su autoridad y su trono, entonces nos encontramos que tales “ángeles” si necesitan del perdón de Dios aunque jamás lo recibirán; ellos están condenados desde el principio y para siempre el fuego eterno, el fuego preparado para el enemigo de Dios y para la tercera parte de ángeles del cielo que lo siguieron en la rebelión celestial, los llamados “demonios”. Teniendo esto como principio entonces podemos concluir que la misma esposa del Pastor está afirmando que sus ángeles son demonios; lo interesante es que a pesar de su entendimiento y vasta doctrina no sea capaz de discernir que tipo de ángeles son los que están guiando su ministerio.

Dice Pablo: “el que piensa estar firme, mire que no caiga” (1 Co 10:12), y aunque esta frase es una advertencia para todos quienes recorremos el camino del evangelio, también es la admonición para aquellos que conociendo la verdad desvían su mirada del Único y Verdadero. Pienso que todos conocemos de casos de personas que quizás por simple error o seguir falsas doctrinas han fallado en su concepción de la verdad del Dios viviente; por ellos no hay otro camino que tener compasión y orar por ellos.

Que el Dios de Abraham, Israel y Señor de mi vida, tenga misericordia sobre sus almas, y quizás ilumine con la verdad de su Santo Espíritu el corazón de quienes caminan en oscuridad, Amén.